Month: marzo 2018

Solo tengo una carta

Solo tengo una carta, nada más.   Fecha negra, anuncio de realidad. No tengo nada más.   Te imagino en el frente defendiendo voces impostadas de un ideal ajeno.   Desvelas la memoria de mis recuerdos Ladra la conciencia de la noche.   Niego este absurdo amanecer, si no tengo la certeza de tu ocaso.   ¿Por qué no descansan tus manos entre aquellos humildes olivares?   Solo tengo una carta nada más.  

Filosofía científica y ciencia filosófica

Filosofía, del griego ‘Philosophía’ (el amor a la sabiduría); y es que no es casualidad que el origen de esta palabra sea la civilización griega. La cultura helenística se considera una de las mayores fuentes de desarrollo intelectual, artístico y humanístico del ser humano. La sociedad de aquella época ya conocía en gran medida el mundo que les rodeaba. Y es que Pitágoras, Tales, Euclides, Sócrates, Platón, Aristóteles, y un sinfín de pensadores de la época se guiaban por un solo principio: ‘el amor a la sabiduría’. In illo tempore, el pensamiento científico y filosófico no se encontraba disgregado como actualmente, pues se centraban en contestar a las grandes preguntas mediante el pensamiento y la experiencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, el conocimiento científico se distanció del filosófico por el desarrollo de un método más riguroso y empirista, mientras que la filosofía tendió hacia la reflexión y el pensamiento crítico. Por lo tanto, el pensamiento filosófico ha perdido lo que se demanda en la sociedad actual, el utilitarismo. Pues el pensamiento crítico y …

Querido hombre:

Querido hombre: No me enseñes a no salir de noche por la calle. No me digas que voy demasiado corta o que llevo demasiado maquillaje. No pienses que mi trabajo es menos válido porque lo haya hecho una mujer. Si me vas a contratar, no me preguntes si pienso quedarme embarazada, lo que haga con mi cuerpo no es asunto tuyo. No necesito que me ayudes cada vez que me caigo: sé levantarme sola. No busco gustarte, no me visto y maquillo por y para ti. No quiero que me llames guapa o que me digas qué debo hacer para que te fijes en mí. No necesito tus piropos. No me halagan. Llámame fuerte, valiente, divertida, inteligente. Valórame por mi esfuerzo y por mi trabajo, no por mi físico.   Tócame, pero solo si yo te doy permiso. Y, sobre todo, respétame y valórame porque, al igual que tú, yo también soy una persona. Este es mi cuerpo y, estas, son mis reglas.