Tenéis que probar la anestesia.
Mucha gente tiene miedo de las operaciones, de los médicos, de los hospitales, pero… ¿no se dan cuenta de lo maravilloso que es la anestesia? Dicho así suena un poco extraño, y es comprensible, pero veréis, es la mejor experiencia que os puede pasar. Lo peor es el principio, ya que la anestesia general es introducida a tu organismo mediante vías, y quieras o no, eso no es muy agradable. Después, te duermes sin enterarte y te despiertas en “el otro mundo” que lo llamo yo. Nada más abrir los ojos por primera vez, olvídate de las estructuras rectilíneas, o de los colores sin texturas o sin gradientes. Todas las partes del cuerpo te pesan más de veinte kilogramos, contando las uñas, pero no te preocupes, flotar vas a sentir que flotas igualmente, aunque te creas un luchador de sumo por toda la carga que sientes. Tras haberte operado, te dejan unos diez minutos aproximadamente, que se te hacen no se sabe muy bien si cortos o largos, con la esperanza de que te recuperes …