Los invisibles
El otro día iba andando por la Gran Vía y de repente me paré en seco. Había mucho ruido a mi alrededor. Gente subiendo y bajando por la calle a toda velocidad, cada uno pensando en sus cosas y con un sitio a donde ir. En medio de todo el bullicio había un hombre sentado en la calle, mirando hacia el suelo y con un cartón entre las piernas en el que decía, “AYUDA POR FAVOR, no tengo casa ni dinero para comer” y me hizo pensar: nadie se ha dado cuenta de que esa persona está ahí. Pese a lo modernas que son nuestras sociedades, hay muchas personas en la misma situación que el hombre de la Gran Vía. El sinhogarismo es uno de los males de nuestros días, personas invisibles que nos piden ayuda y que nos necesitan. Por desgracia, pocos, entre los que me incluyo, se acercan a las personas sin hogar. Muchos les culpan de haber llegado a estar así. Pero muchas veces no se le puede acusar de su desdicha. …