Diario: Alejandro Magno

12 ΟΚΤΩΒΡΙΟΥ (12 DE OCTUBRE)

Hoy, ha muerto mi padre, Filipo II, a manos de uno de sus súbditos. El funeral se realizó hace unas horas y las calles transmitían una tristeza considerable por el dolor de su pérdida. Por mi parte estaba igual, ha sido un golpe duro. Pero pronto seré coronado rey, y necesito estar concentrado en ese cargo, no hay tiempo para agonías, mi mente debe de pensar en el futuro.
Tengo mis objetivos claros, quiero crear un imperio universal y difundir la cultura griega por el mundo. Buscaré a los mejores hombres para esta tarea. No fallaré.

19 ΟΚΤΩΒΡΙΟΥ (19 DE OCTUBRE)

Hace cuatro días finalmente tuvo lugar la ceremonia de coronación, en la que miles de personas estuvieron presentes. El ambiente parecía contento y optimista, y estoy seguro de que no decepcionaré a mi pueblo. He sido dotado con grandes conocimientos gracias a mi maestro, Aristóteles. Él me ha convertido en una gran persona y estratega, perfecto para la batalla. Le considero mi segundo padre. Hace tiempo le conté mis planes, y pude verle en la cara ese sentimiento de felicidad, al ver que su propio alumno planea llegar tan lejos.
El resto de la jornada la he pasado organizando todo para la conquista, y por fin tengo la fecha en la que empezará la expedición; 5 de Diciembre. Es perfecta, ningún pueblo enemigo esperaría que algún ejército partiese de las fronteras de su territorio a las puertas del invierno, por lo que pillaremos a los rivales desprevenidos, preocupándose por sobrevivir a la dura estación.

5 ΝΟΕΜΒΡΙΟΥ (5 DE NOVIEMBRE)

En un mes será el día. He pasado unas jornadas ocupado, recorriendo toda Pella en compañía de Hefestión, un íntimo amigo, en busca del mejor ejército. Él ha ayudado mucho con la tarea, ha encontrado a grandes soldados que servirán y no ha dudado en mostrar su autoridad, tal y como esperaba de él. Hoy mismo le daré el cargo de general del ejército. Considero que liderando
junto a él, conseguiremos mejores resultados.

5 ΔΕΚΕΜΒΡΙΟΥ,ΤΟ ΠΡΩΙ (5 DE DICIEMBRE, POR LA MAÑANA)

Ya ha llegado el momento. En breves instantes partiré hacia el este con mi ejército: 32000 personas en la infantería, y los 5100 mejores jinetes de toda Grecia en la caballería, que han sido reclutados después de mucho esfuerzo. Tengo todo lo necesario: comida, bebida y armaduras de repuesto, para sobrevivir los primeros días sin reparos. Toda la estrategia está planeada desde
hace meses y en caso de que esta falle, Hefestión ha preparado más, para ser usadas en situaciones desesperadas.

ΝΩΡΊΣ ΤΟ ΠΡΩΊ ΤΗΣ 6ΗΣ ΔΕΚΕΜΒΡΊΟΥ (MADRUGADA DEL 6 DE DICIEMBRE)

El ejército ha avanzado a buen ritmo y ya estamos a punto de llegar a las fronteras del imperio. Estoy seguro de que pronto tendremos una batalla contra los pueblos fronterizos, pero su fuerza es mucho menor y ganaremos. Ahora hemos parado unas horas a descansar y alimentar debidamente a los caballos, para que tengan toda la energía necesaria. No ha habido bajas ni heridos, todo va bien por ahora.

5 ΔΕΚΕΜΒΡΊΟΥ ( 5 DE DICIEMBRE )

Un día como hoy, hace dos años, empezaba la campaña de conquista. No he podido pasar más por aquí desde esa fecha porque estaba demasiado ocupado con todo lo relacionado con la expedición, que está siendo un completo éxito. Hasta el momento, mi ejército ha ganado todas las batallas. Aunque sí es cierto que no lo hemos pasado especialmente bien, ha habido momentos duros y lo único en lo que podía pensar era en salir lo más pronto posible de ahí. Pero
pudimos salir adelante, y puse mi cabeza en su sitio, para liderar como es debido. Aun así, las bajas han sido menos de las que se esperaba y los heridos ya han sido tratados por la gente de los pueblos de alrededor. Nos hemos detenido unos cuantos días a descansar. Los estoy pasando junto a Hefestión, y de vez en cuando pensamos en más planes para el futuro. Aunque muchas
veces tan solo charlamos normalmente. Tanto física como mentalmente necesitábamos un respiro y esto está viniendo perfecto. Pero la actividad se reanudará pronto, y hay que centrarse de nuevo en el combate.

1ΟΣ ΙΑΝΟΥΑΡΙΟΣ (1 DE ENERO)

Alrededor de diez años han pasado desde que escribí aquí por última vez. Pues cuando salí de aquella zona de descanso, olvidé el diario en una mesa de una taberna que había por la zona. Cuando me di cuenta de que me lo había dejado, ya era demasiado tarde, por lo que en vez de ir a por él, mandé una carta al dueño para que lo guardase hasta que pudiese recuperarlo. Ya por fin
lo conseguí. Pero me costó mucho hacerlo, pues no me encuentro en mi mejor momento ahora mismo. Mi gran amigo y segundo al mando del ejército, Hefestión, falleció hace tan solo unos meses. El dolor que siento al recordar que nunca más estará a mi lado es insoportable. Cuando me enteré de su muerte, sentí que el mundo se me venía abajo. Y aunque haya pasado ya un tiempo, estos días han sido horribles. No puedo preocuparme del futuro, porque estoy encadenado a los recuerdos del pasado, y eso duele, y mucho. Ahora queda una vacante importante en el ejército, pero no nombraré a otro para que ocupe su puesto. Nadie, ni el mejor de los hombres, podría reemplazarlo.

12 ΙΟΥΛΙΟΥ (12 DE JULIO)

Tras una temporada realmente difícil, finalmente pude recuperarme de la muerte de Hefestión. Fue complicado, pero entendí que tenía que seguir adelante, después de todo, es lo que él hubiera querido. Creo que no le hubiera gustado verme de esa forma.
Quise continuar con mis planes y preparé todo para seguir, pero ahora mismo mi estado de salud es delicado, y no sé si podré salir de esta. Tal es el malestar que siento, que escribir en un simple diario ya es una batalla para mí, como si aún estuviese en el frente jugándome la vida. Por eso, he decidido tomar precauciones, y hace unos minutos dejé claro a la gente mis deseos sobre cómo se organizaría el imperio en caso de que muriese. Una única frase ha bastado: al mando se quedará el más fuerte.

Cristina Romero García. 2º ESO