Sociedad
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Crónica de una muerte anunciada

¿Quién en el mundo no conoce a la Familia Real Británica? Prácticamente todos sabemos sobre ella y es probablemente una de las familias más famosas dentro del panorama político y social.
Pongamos ahora el foco en la muerte de la reina Isabel II, fallecida el pasado 8 de septiembre de este 2022 en el Castillo de Balmoral, Escocia.
Por supuesto, la fecha de su muerte no fue programada pero, ¿y el sitio en el que se produjo?
Escocia e Inglaterra han vivido una relación de amor y odio a lo largo de su historia, salpicada de sangre y guerras con un objetivo principal, lograr la independencia escocesa del Reino de Inglaterra. Hagamos una pequeña cronología de hechos sucedidos en el pasado: ya en 1296 William Wallace lideraba la primera guerra de independencia, cuando Eduardo I invadió
tierras escocesas, más tarde, en 1688, se produce la Glorious Revolution, batalla entre Guillermo de Orange y su suegro, el rey católico Jacobo II.
En 1715 Jacobo III encabeza a 10.000 jacobitas escoceses (seguidores de Jacobo II) en una rebelión, la sublevación fracasa y tiene que abandonar las islas británicas. Allá por el 1980 la decadencia industrial incrementa, un impuesto llamado «poll tax» se aplica un año antes en Escocia que en el resto de Reino Unido provocando más tensión entre ambos países.
Yéndonos un poco más a la actualidad, en enero del 2012 un antiguo ministro escocés (Salmond) anuncia un referéndum acerca de la independencia escocesa que se celebraría en el año 2014. Finalmente, el 18 de septiembre de 2014, los escoceses se enfrentaron a la elección sobre si querían continuar en Reino Unido o hacerse Estado Independiente, ganando el “no” a la independencia por un ajustado 53,3%.
Ahora, con la sombra de un nuevo referéndum de independencia escocesa planeando en el horizonte, se produce la muerte de Isabel II curiosamente en Escocia y no en Buckingham Palace como sería lo previsto por todos nosotros, ¿intencionadamente o fruto de la casualidad?
La muerte de una de las monarcas más longevas de la historia, que ha sido el
pegamento que ha mantenido unido a ambas naciones abre un futuro incierto. El hecho de que su muerte se haya producido en Escocia parece ser su último servicio en favor de la unidad de ambos reinos.
El funeral de la monarca se ha mostrado repleto de símbolos de unión entre Escocia e Inglaterra. Un ejemplo definitivo fue el hecho de que el duque de Hamilton dejara la corona de Escocia (símbolo de la monarquía escocesa, es la corona más antigua de todo el Reino Unido) encima del ataúd de la reina justo antes de que comenzara el servicio religioso en su memoria en la Catedral de Saint Giles en Edimburgo.
Actualmente y frente al nombramiento de su nuevo rey Carlos III, Escocia se encuentra totalmente dividida en dos: independentistas y no independentistas. El futuro de esta corona es totalmente incierto pues a la inestabilidad de todos estos años atrás se suma la supuesta impopularidad de Carlos dentro del reino.

Marta Segovia Díaz. 4ºESO

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