Ciencia y Tecnología

Los obstáculos de la ciencia.

La ciencia, según la RAE, es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

Aparentemente resulta sencillo de comprender, sin embargo, observar, razonar, estructurar y deducir no resulta una tarea simple. Es necesario plantearse una pregunta, un problema en tu cabeza y pensar en posibles soluciones. Hasta aquí, el científico tiene parte de filósofo, pero para verdaderamente convertirse en científico tiene que comprobar que sus soluciones son verídicas, si éstas mismas no poseen errores y, finalmente, dar con la solución a ese problema o pregunta planteado antes.

Quizás redactado suena fácil de realizar, pero en realidad es una tarea laboriosa de hacer, y más en la época en la que nos encontramos. Actualmente, la ciencia nos aporta soluciones a muchísimas cuestiones del ser humano; es complicado dar con algo que la ciencia no haya estudiado, o mejor dicho, es complicado dar con algo que la ciencia no haya resuelto. Si no está resuelto, es que los científicos que están intentando resolver esa cuestión se encuentran continuamente con trabas durante el camino, y no por falta de observar y razonar, sino porque eso que se está estudiando es más complejo que una simple suma o una simple multiplicación.

Los encargados de investigar estas incógnitas no sólo se encontraban con ese problema, sino que durante la evolución de la ciencia, éstos a su vez se ha encontrado con varios obstáculos que impedían el desarrollo de la misma.

Siglo XVII, la ciencia comienza a extenderse, y empieza a resolver dudas hasta ahora resueltas por las religiones. Éstas resultaban muy importantes para entonces porque eran las únicas que resolvían las cuestiones del ser humano, y comienzan a preocuparse porque se halla evolucionando un campo que aporta soluciones demostrables en este mundo y no en el del más allá. Las religiones no querían que la ciencia se interpusiera ante sus caminos, porque las explicaciones lógicas podrían poner fin a las explicaciones aportadas por los dogmas. A pesar de todos los impedimentos de las religiones, la ciencia consiguió proseguir y en la actualidad, conviven ciencia y religión y el ser humano es capaz de elegir por sí mismo en qué o a quién creer.

El surgimiento de la ciencia también impactó en la filosofía. Ésta ya se encontraba fragmentada en distintas ramas, y cuando la ciencia surgió, la filosofía se dividió en dos grandes bloques: a favor y en contra. Algunos filósofos, como Friedrich Nietzsche, pensaban que el cristianismo se encargó de inventar un mundo ideal, inexistente, alejado de todo contacto con el mundo real, y que era hora de abrir el periodo afirmativo y de construcción de nuevos valores, como podría ser la ciencia; otros mantuvieron una posición crítica contra ésta, como Paul Feyerabend, juzgando a todos los que pensaban que la ciencia era la mejor forma de adquirir conocimiento. En la actualidad, algunos filósofos siguen discrepando al igual que Feyerabend, y otros simplemente apoyan a la ciencia o se posicionan como indiferentes.

Actualmente, el ser humano ha conseguido destruir muchas de las barreras que impedía a la ciencia expandirse, y todo aquel que quiera observar y razonar lo puede hacer sin impedimento alguno (solo aquel que se le interponga a la hora de investigar). Quizás, el único “impedimento” por decirlo así al que se enfrenta la ciencia es al límite moral, pero ese “impedimento” puede tener un significado positivo, y es que el ser humano ha conseguido inculcarse a sí mismos unos valores que nos dicen cuándo debemos parar, y la ciencia intenta no pasarlos por alto, y quizás ese es la mejor forma de evolución.