Sociedad

Libertad de expresión.

Mónica Patón.

Todos estamos al corriente del trágico atentado que tuvo lugar en París hace unos días. No haría más que levantar mayor revuelo recordar los sucesos, así que, no me detendré a hablar de ello porque nunca he disfrutado de la impresión de los sensacionalismos. Cada uno que juzgue los hechos desde su propia y personal perspectiva.

Las polémicas viñetas que desencadenaron una serie de nefastas consecuencias tienen ahora unas “sucesoras”. Y la pregunta que todos nos hacemos, no sin miedo, es: ¿han hecho bien? ¿Están locos al desafiarles de nuevo?

Desde mi punto de vista sí, han hecho bien. ¿Por qué no hacerlo? ¿Por qué renunciar a un derecho como es la libertad de expresión? Un derecho que muchos no tuvieron el privilegio de conocer. Un derecho que ha costado la muerte de muchos y el esfuerzo de otros. No. Si todo aquel que defendiese una ideología se amedrentase por muy alto que fuese el riesgo, hoy el mundo no sería el que es. Es cierto que da miedo, nunca he dicho, ni me oiréis decir, lo contrario, pero también lo es que, pese a no ser fácil, todos debemos pelear por lo que creemos. No digo que necesariamente haya que morir por una serie de valores. Pero sí ser coherente. Es una exageración quizá, pero si no apoyas tus propias convicciones entonces, ¿quién lo hará?

También es verdad que las viñetas fueron excesivamente certeras. Me explico, el islam prohíbe expresamente dibujar la figura de su profeta, si eres consciente de ello y aun así llevas a delante tu proyecto debes ser consecuente con las repercusiones que ello conlleve. Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que el asesinato de estos dibujantes fuese justificado, porque no lo es. Porque ellos solo ejercieron su derecho, derecho humano, a expresar libremente su opinión, no de manera acertada, pero ni con esa excusa se justifica el fin.

Quisiera plantear ahora, tras una reflexión sobre el tema, una cuestión. ¿Nos ofenderíamos nosotros si ellos publicasen también en una revista satírica como es “Charlie Hebdo” unas viñetas sobre nosotros? ¿Sobre temas tabúes como Hitler, como la prostitución, la pederastia, del sexo en general? Porque igual que muchos adolescentes con las hormonas revolucionadas reaccionan si oyen a hablar a alguien sobre sexo sin tabúes, en la cultura islámica esta es la reacción que ellos consideran adecuada. Porque para ellos esto no es algo extraño, quiero decir que, se rigen por la “Sharia”, por el “Corán”. Su vida diaria está sutilmente diseccionada por la religión, aunque también es cierto que, desde tiempos inmemoriales, los que ansiaban poder se han valido de la excusa de Dios, del fanatismo religioso, de una razón mayor con la que maquillar su codicia y ambición. Y quienes se enrolan como simples peones lo hacen porque tienen fe. Entonces yo me pregunto ¿la religión es la excusa de los ambiciosos y la venda para los ojos para los que están más abajo de toda la pirámide?

¿Y de dónde salen estas personas? Porque hemos de recordar que quienes llevaron a cabo estos atentados eran ciudadanos franceses que se habían convertido al islam. Pero aparte de su nacionalidad y de su religión tenían algo más en común: su “estatus” social. La gente que se suma a estas causas desde occidente suelen ser personas que se sienten rechazadas por su comunidad, marginadas del resto de la población. Personas que o tienen pocas oportunidades o ninguna para recibir una educación que les permita labrarse un buen futuro. Y ante esta situación de desesperación, escuchan los mensajes que a miles de kilómetros grupos de fanáticos difunden. Un mensaje de venganza hacia sus opresores. ¿Entonces qué solución tiene esto? Garantizar una educación a todo el mundo, en primer lugar, enseñarles a pensar por sí mismos, no a ser meras cabezas de turco, meros peones en este frente. Y esto se consigue mediante la igualdad social, la justicia social.

Y por supuesto, no se puede dejar de mencionar el derecho a la vida. Es un derecho fundamental del hombre. Todo ser humano tiene derecho a vivir si así lo desea. Claro que según parece es algo muy subjetivo para algunos. ¿Está acaso la religión, las costumbres, las ideologías, las creencias, la propia fe por encima de la vida? Rotundamente no. El problema reside en que esta gente vive todavía en el medievo. Porque no es que nosotros hayamos sido mejor en un pasado. En Europa se masacraron a miles de personas con la excusa de la religión. Curioso, ¿verdad? Que lo que la mayoría de la sociedad occidental ya pasó, lo esté viviendo ahora la oriental. Va con siglos de retraso. El verdadero desafío viene ahora. ¿Cómo enfrentarnos a esto? ¿Cómo enfrentarnos a una mentalidad retrógrada que está armada con instrumental del siglo XXI? Es irónico que nosotros hayamos contribuido en su equipamiento.

Aun así, con todo esto, si me pongo en la piel de la plantilla de “Charlie Hebdo” yo probablemente habría hecho igual. No habría dejado que me arrebatasen mi derecho a expresar lo que pienso. Y lo habría ejercido a pesar de sentir miedo y pánico. Habría defendido mis valores y principios, pero, a diferencia de los ellos, los terroristas, con la palabra. Ya que al igual que respeto mi vida, la de mis seres queridos y mi libertad, también respeto la de otros. El quid de la cuestión aquí es la misma línea que separa la ofensa de la tolerancia. Y ambas sociedades, la hemos cruzado. Aunque el daño sea mayor, por no decir irreparable, para unos que para otros. Porque qué es del ser humano sin sus principios. Y es algo que todos deberíamos preguntarnos ¿renunciaríamos a nuestra libertad por el miedo a morir? ¿Qué es la vida sin libertad de ningún tipo?
¿Por qué no aprendemos a dejar de lado las creencias, religiones, conveniencias políticas, color de piel, ojos, pelo, el pasado histórico de cada comunidad y nos centramos en el respeto mutuo, en el progreso, en desarrollarnos como personas y no como seres que son indiferentes al sufrimiento, al hambre, al dolor de otros? ¿Por qué no reservamos la religión para un ámbito espiritual propio y le damos más importancia a la humanidad?

Libertad de expresión.

“Es un derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y las constituciones de los sistemas democráticos, también lo señalan. De ella deriva la libertad de imprenta también llamada libertad de prensa.” (Wikipedia).

Derecho a la vida.

“El derecho a la vida es el derecho que se reconoce a cualquier ser humano que le protege de ser privado de la vida por terceros, el derecho usualmente se reconoce por el simple hecho de estar vivo; se considera un derecho fundamental de la persona, y es recogido no sólo entre los derechos del hombre sino la abrumadora mayoría de legislaciones de forma explícita. “ (Wikipedia).

JE SUIS CHARLIE