Sociedad
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Inflación

Desde hace ya algún tiempo al hacer la compra el dinero cada vez vale menos y cuesta mucho más llegar a fin de mes. Y es que algunos productos básicos han llegado a duplicar su precio. Esta  enorme subida no solo afecta a los productos relacionados con la alimentación, si no también al resto de productos como electrodomésticos, etc…

Cuando se escucha hablar a los políticos de esta situación, parece que la única culpable de todo es la guerra de Ucrania. Pero, verdaderamente, lo que  importa es que las familias cada vez tienen menos dinero. Mientras tanto, el gobierno no ofrece ninguna solución efectiva y se justifica diciendo que se está antese ante una crisis mundial y que todos los países la estánestan sufriendo. 

¿De verdad no hay nada que se pueda hacer para frenar esta inflación?

Parece que el Banco Central Europeo lo tiene claro: subir los intereses para controlar la subida de los precios. Dicho así parece fácil, el problema viene cuando la consecuencia de esta medida es la subida de las hipotecas. De esta forma se baja un poco el precio de la cesta de la compra, pero a cambio, subimos los precios con hipotecas carísimas. Teniendo en cuenta que el acceso a una vivienda, es algo básico para tener una vida normal, no parece que sea la mejor solución. Lo peor de todo es que los precios de los productos están muy lejos de controlarse. El gobierno,  por su parte, ofrece ayudas temporales para la gasolina, los transportes, etc… que solo sirven para aparentar que están tomando medidas, y ya de paso, echar la culpa a otros factores. Ya se sabe que las elecciones están a la vuelta de la esquina, aunque de momento, no parece que los ciudadanos estén contentos con la actuación de los políticos.

En medio de este desastre, la economía se estanca sin remedio. Si el dinero cada vez vale menos, cada vez se consumirá menos, y no se saldrá nunca de esta crisis económica. A lo mejor tienen razón, y lo único que se puede hacer es esperar a que se acabe la guerra…o tal vez se tenga que esperar a que ocurra un milagro.

Lo que está claro, es que mientras los políticos se echan la culpa los unos a los otros, los ciudadanos somos cada día un poco más pobres. La sociedad se mueve en un clima de inseguridad y miedo a perder su vivienda y el acceso a una alimentación saludable. ¿Dónde quedó entonces el antiguo estado del bienestar?

Ángel González. 1º ESO

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