Leyendas de Toledo
5 de marzo. Apenas eran las doce de la mañana. Había salido a dar un paseo junto a mi señor, don Sancho de Córdoba. Fue una idea mía salir pronto y caminar después del enorme banquete de ayer por la noche. Le aconsejé que debería bajar algo de peso ya que estaba engordando y había roto algunas prendas.-Que mejor manera de rebajar la comida que caminando Don Sancho-Le dije.Don Sancho se ciñó a mi consejo, algo ofendido, pero se le pasó cuando comenzamos el paseo. Aunque solo era el consejero general de finanzas de su majestad, confiaba mucho en mí y siempre me formulaba preguntas que afectarían a su futuro como noble.-Me gustaría casarme, ¿Con quién me debería casar Vitores?-Me preguntó mientras caminábamos. La brisa y el fresco de la ciudad de Toledo seguían nuestros pasos. El viento movía las hojas que empezaban a salir de nuevo de los árboles y algunos pájaros cantaban a la luz del sol que, después de un largo y duro invierno, echaban de menos.-Debería usted casarse con doña Fernanda-Le …